Asunto Impreso

Vivir enganchados al correo basura

Cada día, al abrir el correo electrónico, quien más quien menos se encuentra con alguna cita chistosa plantada en la bandeja de entrada; alguna anécdota con la garantía de ser un suceso real, o algún fotomontaje ingenioso formado con personajes de rabiosa actualidad. Lo miramos, quizá lo reenviamos, y acabamos por hacer clic a la cruz de borrar.

Cuatro adictos a internet y al programa photoshop llevan desde 1998 ahorrándose el último paso. En lugar de eliminar, llevan el ratón a la función de guardar. Y así, desde entonces, han logrado recopilar muchas toneladas --o mejor decir muchos megabytes-- de material ocurrente, que han volcado ahora en un libro, Correo basura, un ameno volumen grapado por el humor.

Si alguien se ve capaz de proporcionar un sentido filosófico y cohesionado a esta amalgama de la sagacidad que es Correo Basura, éste es Fernando Rapa, o simplemente el Rapa, nombre de guerrilla para un libro corrosivo. "Hemos recogido lo que la gente envía por internet contra las corporaciones, contra la publicidad que nos dice qué tenemos que hacer, contra el copyright... Internet es un canal de expresión libre, sin barreras, en que se muestra lo que la gente quiere decir sin interlocutores de ningún tipo".

Y la gente, por lo que se aprecia en el volumen, tiene ganas de guasa a costa, entre otros, de los principales mandatarios. Se puede decir que George W. Bush y José María Aznar fueron las víctimas favoritas en esta época inaugural del correo electrónico de masas. "Recogimos material suficiente para cinco libros más", asegura el Rapa, coautor de este libro de edición independiente junto a José Lainz, el Pelut y Sergio Criscolo.

"La gente --dice Lainz sobre el contenido del tomo-- absorbe lo que le dan los medios de comunicación y luego lo transforma. Es una deconstrucción humorística de la realidad". Ellos mismos son algunos de estos deconstructores. En Correo basura se incluyen algunas creaciones propias, como una imagen de Aznar con cuernos de bala.

En el libro no faltan los chistes, las invenciones y las imágenes de tono pornográfico. A nadie escapa que es un género que abunda en la circulación online de mensajes.

"Sólo hemos incluido aquellos que estén basados en el humor. Pornográficos, sin más, no", afirma el Rapa, a quien no le importa reconocer que se trata de "un libro de váter". Tiene, además, muchas lecturas. "Se puede coger por detrás, o por el medio, o mirar a saltos... Gusta a la gente que no lee habitualmente libros".

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