La avenida Corrientes será escenario hoy de la décima edición de La Noche de las Librerías, el evento porteño que desde las 18 saca los libros a las calles y abre hasta la medianoche las puertas de las librerías, bares y comercios con charlas, firma de ejemplares, paneles, talleres, shows musicales, saldos editoriales y un doble objetivo: fomentar la lectura y fortalecer al sector editorial.
En 2016 hubo casi 100.000 personas, y este año las expectativas no van a menos y los organizadores esperan volver a batir su propio récord. Para eso, la nueva edición de La Noche de las Librerías propone una cargada programación, que incluye desde encuentros con escritores (Eduardo Sacheri, Sergio Olguín, Claudia Piñeiro o Samanta Schweblin) hasta un show de Soledad Pastorutti, una charla con Felipe Pigna y otra con la bailarina Paloma Herrera.
Ocurre que el evento, que ya se convirtió en un clásico calendario, busca convocar distintos perfiles con una "programación transversal que estimule la lectura": lectores voraces, ocasionales, temáticos, en definitiva, "vecinos de toda la ciudad", dice Diego Radivoy, Director General de Industrias Creativas del Ministerio de Modernización, Innovación y Tecnología, ente organizador de la actividad que se realizará al aire libre y con entrada gratuita.
Así, sobre la avenida Corrientes, entre Junín y Libertad, se dispondrán unos livings donde a partir de las 18 se desarrollarán todo tipo de propuestas, como una charla sobre el amor en la historia con Florencia Canale y Cynthia Wila; una ronda de lecturas de relatos de terror; y una perfomance de poesía e ilustración con Tálata Rodríguez y Sebastián Goyeneche. También se sumarán a la movida librerías, comercios y bares, como La Paz, Gato Negro y La Ópera.
A la par de los livings al aire libre, habrá también espacios con distintas programaciones, como el de Eloísa Cartonera, el de ilustradores, el de la Cámara Argentina de Papelerías, Librerías y Afines, y el que exhibirá una muestra de Bob Gruen, el fotógrafo que inmortalizó a músicos legendarios del rock internacional.
Otro lugar al que hay que ponerle el ojo será el Centro Cultural Rojas (Corrientes 2038): allí habrá una mesa sobre narrativa, de la mano de Alejandra Kamiya y Federico Bianchini; una feria de saldos; y una charla sobre escritura en redes sociales a cargo del crítico cultural Daniel Molina.
Al lado, en colaboración con el cine Cosmos, se proyectarán adaptaciones de libros que saltaron a la pantalla grande.
Además del tramo previsto sobre la emblemática avenida, otros puntos de la ciudad se acoplarán al evento nocturno con una programación especial, tales como las librerías Corregidor y Asunto Impreso, el espacio Moebius, el Palacio de las Aguas Corrientes y la Librería Helena de Buenos Aires.
"Es un evento -explica Radivoy- que recupera muchas características de la ciudad: el amor por la lectura, la avenida Corrientes, las librerías porteñas. Con los cambios culturales que se están dando fruto de las nuevas tecnologías, encuentros como este tienen la mística de cuidar la tradición, ayudan a mantener la magia y vitalidad de las librerías y el libro. De alguna manera, tiene una función histórica".
Sobre la calle que ha construido su propio mito de ser la arteria urbana con mayor densidad de librerías en todo el mundo, los comercios abrirán sus puertas hasta tarde con actividades acompañadas por editores y escritores y variedad de ofertas. Justamente por esta razón, la cita "no es sólo un hecho cultural, sino también comercial", asegura el responsable de las Industrias Creativas de la ciudad.
La nueva edición del evento no pierde el espíritu de su nacimiento: el de colocarse como una referencia más dentro del canon de propuestas culturales porteñas (La Noche de los Museos, de las Ideas o de la Filosofía, por nombrar algunas). "La idea es que cada industria creativa tenga un momento del año en el que asome la cabeza fuera del agua, es decir, que la acción que realiza trascienda al sector y sea para todos los vecinos", dice Radivoy.
Es que el objetivo, como explica el funcionario, es fomentar la industrias creativas, lo cual implica "una forma de trabajar la cultura desde los generadores culturales, a través del ecosistema cultural. No solo habla del libro y del autor sino también todo lo que vive alrededor del libro, un ecosistema que debe estar sano y funcionar bien para que todo el hecho cultural se genere".