Suele suceder que en las veladas culturales de gran convocatoria, como son las mil y una noches de... (los museos a las disquerías, pasando por la de la filosofía y la de la ciudad, en la Feria del Libro), las propuestas más atractivas se concentran en la misma franja horaria. Así, la gente camina apresurada de un sitio a otro para no perderse las charlas simultáneas de sus autores favoritos.
Ayer, en la novena edición de la Noche de las Librerías, la escena se repitió: a paso rápido, por la avenida Corrientes despejada de autos especialmente para esta jornada dedicada a promover los libros y la industria editorial local, asistentes de todas las edades se apuraban para llegar a tiempo a escuchar a Estanislao Bachrach, Samanta Schweblin y María O'Donell, tres de las figuras invitadas para dialogar con el público.
A las 19, en el living María Elena Walsh, sobre Corrientes al 1500, Bachrach, especialista en neurociencias y autor de best sellers del género como Á gilmente , acaparó la atención de lectores y curiosos a partir de la consigna "Entrená tu cerebro con el número 1 en neurociencias y uno de los autores más vendidos".
A la misma hora, a una cuadra de distancia, en el living Roberto Fontanarrosa, Ezequiel Martínez coordinaba una charla organizada por la Fundación TEM (Tomás Eloy Martínez), que reunió a O'Donell, Leila Guerriero y Reynaldo Sietecase para hablar de la potencia del libro periodístico. En el Bar La Paz, en esa franja horaria, el tema convocante era "Los mundos de la ficción actual". Fueron varios los que se acercaron a escuchar a Schweblin, en diálogo con Flavia Pitella, Vera Giaconi y Julián López. Al rato, muchos de ellos ya enfilaban hacia el 1700 de la avenida, donde tuvo lugar una charla sobre la historieta argentina actual, con Powerpaola y Pedro Mancini; otra sobre la novela negra, "La sangre con letra entra", con Mariana Enríquez, Matías Bragagnolo y Juan Guinot, entre otros, y el slam de poesía oral, una competencia poética que entregaba como premio la copa Noche de las Librerías. Para los que buscaban un formato más íntimo, la opción ideal a esa hora fue escuchar a Gaby Comte y Darío Jalfin en "Condición femenina", música en vivo y poemas de Mercedes Álvarez.
La luna por Callao
El circuito comprendía las nueve cuadras entre Junín y Libertad, pero la mayoría prefirió tomar Callao como punto de largada y caminar hacia el bajo. En la esquina de la librería Zivals, Cristina Banegas y Pablo Mainetti fueron de los primeros en ofrecer poesía al público: deleitaron a los tempraneros con los poemas de Amaramara , libro póstumo de Juan Gelman. La presentación de la colección Leer es futuro, en el Bar La Ópera, también fue una de las actividades de la primera hora. Comenzó a las 18, cuando todavía había sol sobre Buenos Aires.
Del otro lado de Callao, el Centro Cultural Ricardo Rojas ofrecía mesas de saldos en la vereda (de Eudeba y ediciones del Rojas) y feria de sellos independientes dentro de la galería de arte de la planta baja. Allí, durante toda la noche, hubo una maratón de escritura que invitaba a los participantes a imaginar relatos, crónicas y poemas.
El circuito se extendió hasta el Pasaje Rivarola, a cuatro cuadras, donde, en Asunto Impreso, escritores como Luis Mey, Enzo Maqueira y Hugo Salas jugaron a ser libreros.
Adolescentes disfrazadas de Alicia, la protagonista de los libros de Lewis Carroll, y jóvenes con trajes medievales se sacaban fotos en plena avenida. No eran los únicos: muchos participaron del concurso de cosplay literario (los disfraces debían representar personajes de libros) y sus selfies llegaron a Twitter de inmediato.
Jóvenes con y sin disfraz esperaron con ansias el plato fuerte de la jornada: el encuentro con los blogueros y booktubers famosos, que el año pasado fueron las estrellas de la Feria del Libro y ya sueñan con copar los pasillos de La Rural una vez más.